“No civilized man hesitates a pleasure, and an uncivilized man doesn´t never know what is a true placer” O. W.
“Ningún hombre civilizado deplora nunca un placer, y un hombre incivilizado no sabe
Jamás lo que es un placer”
esto esta tan mal escrito, que necesariamente debia publicarlo, no preocupation,ya mejorare....
Desde luego que negarse a un acto cualesquiera de placer mundano, me parece interesante, a veces nos negamos un acto cualquiera por el simple hecho de no estar previamente agendado, solo para ceder a uno de similares características más tardíamente; o le tememos a las consecuencias, no deseadas desde luego, achacables a nuestra conciencia, alojada en lo que neurológicamente se adscribe a una región basal del encéfalo y con una función espejo de lo que los antiguos moralistas tendían a llamar el reflejo de Dios en el alma.
Pero algo más profundo e interesante y también más al alcance del propio entendimiento que esto de lo moral es y siempre será las implicaciones morales propias; es decir solo aceptables, aplicables y también carentes de repudio cuando es nuestra propia perspectiva la que permite tal apreciación, es un hecho muy común permitirse el morboso placer de castigar raudamente un crimen ajeno(no asesinatos y cosas como esas realmente terribles), anatemizar por un creo yo, celo del placer que seguramente despierta encuentros como el que voy a relatar, yo no voy a intentar realizar un “par excellence análisis” de lo que es la moral, porque como ya he dicho, las consecuencias morales debidas a la conciencia son materia de mi propia apreciación, y aunque sé que relatar acá no es muy prudente por lo público y por la posibilidad de identificación, lo haré porque sé que dos de mis amigos que leen esto padecen de la socialmente despreciable hipersexualidad de un alter ego. Y porque los errores son comunes cuando una sola lupa es la que analiza un problema, la que por su propio poder yerra en la apreciación final de una ecuación porque obvia de un símbolo que desprecia y que trastoca el resultado, por eso fallo a lo anterior y permito si es que pido un simple comentario de lo que escribo.
Encontrándome en un lugar muy distante de mi actual localización, en un tiempo así mismo distante, o al menos en apariencia ya que mi extraviada memoria no puede recordar mas allá de lo que los humos etéreos del vicio me vedan, estaba en un lugar bastante bello, mas por ser enteramente “al natural” y donde los menesterosos caminos de tierra abiertos como si de un trazo divino se trataran eran casi una trocha en un frondoso pedazo de cielo verde y arbolado, un clima tropical, y con unas gentes que no abandonaban del todo sus atávicas costumbres. Lástima, el fascinante arte de las tzantzas aplicadas a una tía hubiera sido un digno trofeo de un curaca avezado en el arte de enfrentar arpías miserables y madres de desdicha, pero en fin….no había ahí nada de lo que pudiera llamarse civilizado salvo los horribles turistas, y yo era en ese momento uno de ellos y me permití el dudoso placer de la bebida durante casi todo ese día, a un lado de una de las entradas a un área de aguas termales en donde un trastocado por lo rápido de la construcción bungalow nos servía de refugio de la belleza para beber cervezas y donde barajas y amigos completaron la amena tarde, fueron el complemento hasta que hastiado de la diversión me refugié en la noche oscura y estrellada de los reflejos del agua….
Ahí el fondo de arena blanca plateada por la luna y que engañaba a la vista la negra divinidad recibió mi soledad; de inmediato el inmenso vacío lo envolvió todo, y el silencio permitió el recuerdo de mi amada,…..
Bueno casi porque olvidé en quien pensaba porque el ruido de alguien acercase y saludarme me despertó, como siempre huraño refunfuñe para mis adentros, ¡mierda!, no me importó que la mayor gracia de mi amiga su cuerpo bello desordenara las aguas, hola le respondí, y volví a tenderme sobre el agua, pero ni un melómano de música triste estaría inmutable ante lo que se presentaba ahí sola. Lo perfecto de la oscuridad me dejaba ver lo que el esfuerzo me permitiese e hizo lo que yo quería, que pareciese que las voces se pudiesen escuchar desde donde sea y sea necesario hablar en intimidad. Aunque una catarata sugería todo lo contrario.
De cinco pies y medio, piel blanca, la piel de sus veinte años y sus suculentos muslos apagaron la parte detestable de cualquiera: la conciencia, -hablo de la médica no de la moral- quizá ambas.
Y me dije a la mierda; los que me conocen saben que me aburro más rápido que Homero Simpson así que supongo me entretuve en acariciar su cuerpo mientras de algo hablaba, una serrana difícilmente sabe escoger ropa de baño así que era uno rojo de una sola pieza. Noté que me veía, pero mi, -por no racionalizar románticamente diré- misoginia no me permitió detectar en la tarde su interés en mi, por lo que su bien formado y lleno de estrógenos cuerpo rozando con el mío parecía una revelación. No deje que ningún lugar que la discreción permitiese escapara a mis caricias. Recordé a un viejo y moribundo demonio que me habitaba. Y luego esa especie de sensual mareo u obnubilación que provoca el placer, lo demás es por obvio que falta acá, pero continuo. Casi no nos dimos cuenta cuando se acercó otra de mis amistades, digo era de noche, y ella morena, alta y bien parecida, más alta que mi, solo se metió a la piscina a mi lado, y claro, era difícil que alguien se diera cuenta de lo que allí había pasado, estábamos agitados por lo que hablar me pareció algo delator y no sé si eso fue lo que hizo que se pusiera a hacer bromas sobre sexo, me di cuenta que mas delator que la agitación con que respondía fue nuestro silencio de sus chistes de sexo. Así que me recompuse y dije entre otras cosas: “Qué posición te gusta”, le pregunte, “la de perrito” me dijo riéndose, seguimos hablando. Le dije: “bailas muy bien, debe de ser porque tienes esas piernas tan ricas” Solo sonrió esta vez y empujó suavemente mi rostro. Más lascivo por la interrupción que por su condescendencia segui.
A**** sostenía mi mano izquierda contra su muslo por lo que mientras hablaba con K**** solo tenía una mano para acompañarla mientras jugaba con una especia de ramita y hacia dibujos sobre mi pecho, estuvo con nosotros mientras jugamos baraja en la tarde por lo que supe más o menos que tan bebida estaba; me pareció divertido posar mi nano sobre la cara interna del muslo de A**** mientras acariciaba la espalda baja de K****, el tono subido de los chistes e insinuaciones me hizo decir: “han tenido un beso triple?, démonos uno”, A***** dudó y casi no participo pero K, fue muy intencionada, al principio solo me bese con una y acaricie a la otra, hasta que todo se puso a tono. Y sí, una mini orgia en aguas termales es sabrosísima. Hay cosas que por razones obvias no pongo. Pero diré que al siguiente día me desperté con un dolor sordo en mi miembro y con el placer solo reposando en mi mente pues sentía un entumecimiento bárbaro ahí en el “little red rooster”. Ventajosamente se fue disipando. Por la mañana pasee con la una y por la tarde conversé mientras estábamos sentados en un pasillo de hotel con la otra. No nos dijimos nada de la noche anterior salvo miradas, besos, y caricias. El regreso de ese paseo fue muy discreto pues cada quien vino como se había ido: conversando o durmiendo.
Pero en el camino yo recordaba: “prefiero un festín con mis amigos que a la familia gigante”; y cuando se desvaneció esta frase recordé esa luna, y esa arena plateada, ese negro resplandor de la noche cuando se vive en constante dolor, recordé el vaivén del agua mansa y luego solo recordé el hastío, en el medio de estos había solo un vacio. Cuando llegue a mi ciudad me repetí con la tristeza del que representa un papel que odia: “soy un hombre inteligente, sensible pero con un alma de payaso que le obliga a cagarlo todo en el momento más preciso”. Y desde que me metí a esa agua más por soledad y desdicha hasta cuando escribo esto varios meses después, y durante, cuando percibía su cabello en otros cuerpos supe que el largo largo camino era para buscarla, lo único que hice fue aprender a seguir amándola, ahora ya no estoy triste, pero sé que estoy loco, y sé que soy malo.
…..“Los únicos artistas que he conocido y que eran personalmente deliciosos como artistas eran muy malos. Los buenos artistas existen únicamente en su producción y en consecuencia resultan faltos en sí mismos”……
…..”la vida es como una película, que recurre eternamente…… ……por lo que hay que hacer lo necesario para que no resulte aburrida”……
No hay filosofía acertada, solo hay gente que está de acuerdo en una idea.
Y al final: “Un libro no es en modo alguno moral o inmoral, solo hay libros bien o mal escritos.
A buen entendedor pocas indirectas.
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no hay bien que del mal no venga, o ¿como era?